Mujeres Chilenas Inolvidables

Hace poco llegó de regalo a mis manos el libro “Mujeres Chilenas Inolvidables”, una recopilación con la reseña de vida de más de 80 mujeres chilenas que han dejado alguna huella en la breve historia escrita de nuestro territorio. Ya había escuchado de él en algún programa radial y tal como señala su prólogo “pone de relieve a mujeres del pasado y del presente, cuyas acciones, ideas y miradas han enriquecido la cultura y el diálogo en nuestro país y el mundo”.

 Y puesto que las listas están en boga, decidí hacer una personal basándome en una idea general, que hayan sido las primeras en abrir caminos en alguna área o actividad y que no sean tan reconocidas, como por ejemplo, la Mistral.

1.- Sor Úrsula Suárez (1666-1749): fue la primera mujer chilena escritora de la cual se guardan registros.  A pesar de pertenecer a una familia privilegiada, Amanda Pinto, su verdadero nombre, desarrolló a muy temprana edad una completa rebeldía hacia la institución del matrimonio y la estructura patriarcal. De esta manera, vio en el ingreso a un convento de monjas, la posibilidad de liberarse de una vida en la compañía de un hombre. Obligada por su confesor, escribió una autobiografía, práctica habitual para mantenerlas por “el buen camino”. Solía engañar a los hombres diciéndole que no era monja.

Todos mis pecados fueron engañar a los hombres por vengar a las mujeres por las que ellos han burlado, y desde antes de cambiar los dientes empecé a vengar a las mujeres con grande empeño”

2.- La Sargento Candelaria Pérez (1810-1870): Nacida en la Chimba, al norte de Santiago, tuvo un origen humilde y escasa educación formal. Trabajando como empleada doméstica con una familia holandesa, fue como llegó hasta Perú cuando estalla la guerra contra la confederación Perú-Boliviana. Candelaria Pérez se unión a las tropas como enfermera-cantinera. Sin embargo, su enorme coraje sobrepasó las tareas asignadas y luchó al lado de sus compañeros en el campo de batalla. Fui designada Sargento y Alférez, para luego ser inmortalizada por el historiador Benjamín Vicuña Mackenna, como la primer mujer soldado de Chile.

3.- Eloísa Díaz Insunza (1866-1950): Corría el año 1877 cuando fue promulgado el decreto que permitía el acceso de mujeres a la educación superior en Chile. Es por esta razón cuando en 1981, Eloísa postula a estudiar medicina en la Universidad de Chile, no fue con poco revuelo. Acompañada de su madre en la sala de clases, debió soportar y superar diversos prejuicios y resistencias tanto por parte de sus compañeros como de profesores. Sin embargo, al obtener el título de la  primera mujer en Chile y Latinoamérica en Medicina y Cirugía, ya contaba con la admiración y reconocimiento de la mayoría de sus colegas. Se dedicó a la ginecología y lideró diversas organizaciones de ayuda médica como la asociación de señoras contra la tuberculosis, la Liga contra el Alcoholismo y la Liga Chilena de Higiene Social, que la llevaron a ser reconocida como “Mujer Ilustre de América”.

“Vedado estaba para la mujer chilena franquear el umbral sagrado del templo de la ciencia. La ley se oponía a ello cerrándole el paso que conducía a las aulas oficiales en las diversas gradaciones de la enseñanza secundaria y superior. Sensible como mujer por estructura, tímida por consecuencia de su sensibilidad especial, acató ella inconscientemente la prohibición injusta que se le imponía y temió traspasar la línea que le señalara como límite a su actividad social y al desarrollo de su inteligencia”. (Eloísa Díaz, discurso de su graduación, 1887).

4.- Graciela Contreras de Schanake (1895-1974) fue la primera mujer en ocupar la alcaldía de Santiago y la primera mujer en ejercer la gobernación de la capital de un país en Sudamérica, cuando aún las mujeres no tenían derecho a voto presidencial en e país.

 Su designación en el cargo fue otorgada por el Presidente Pedro Aguirre Cerda en reconocimiento por el importante apoyo del voto femenino al Frente Popular en las elecciones municipales y cuya candidatura estuvo apoyada por el  Movimiento Pro Emancipación de Mujeres en Chile (MEMCh). Luchó toda su vida por la obtención y ampliación de los derechos civiles y políticos femeninos.

5.- María Luz Marín (1949): mucho más reciente, al concretar uno de sus sueños y plantar las primeras parras en Lo Abarca, cerca del Puerto de San Antonio, se convirtió en la primera y única mujer propietaria de una viña y productora de vinos.  Casa Marín, cuenta con el prestigio internacional de sus vinos blancos, los cuales han recibido numerosos premios. Marilú apuntó a los vinos BBC (buenos-bonitos y caros) y no defraudó, a pesar de apuntar a nichos altos el 90% de su producción se demanda desde el extranjero.

“Me hice conocida como la mujer loca que estaba plantando en un lugar extremo y la gente del mundo del vino estaba expectante de qué iba a pasar.”


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