Shadi Ghadirian


(por Luz Espinosa)

“¡Y sabed que ellas tienen los mismos derechos que ellos, como saben los que tienen conocimiento!”.

(Corán: 2,228)

El Corán tiene rango de Constitución Islámica: contiene no sólo normas con efecto espiritual o religioso, sino todo el conjunto de reglas sociales y políticas que conforman el modelo de Estado.

El Corán no ha tenido la más mínima modificación, desde su puesta por escrito en el siglo VII, y es aceptado como ley suprema con
efectos morales, jurídicos y sociales por todos los musulmanes sin excepción. A pesar de que el Corán ve como iguales a hombres y mujeres, éstas han visto cómo se imponen en la práctica las costumbres misóginas y discriminatorias que estos países tenían antes de la llegada de Islam, y que la religión trató de erradicar.

Desde hace algunas décadas, las musulmanas han ido borrando la idea que gira en torno a su sociedad; la deformación de ésta ha generado en mujeres islámicas la necesidad de expresarse a través del arte. Farida Benlyazid, cineasta marroquí, expresó que “el islam es tolerancia o no es islam”.

Shadi Ghadirian eligió la fotografía como medio de expresión. Nacida en Irán, en 1974, muestra en cada una de sus fotografías la dualidad y contradicción de la vida islámica. Su primera serie, Qajar Series, la realizó entre el cambio de siglo, entre 1998 y 2001. En ésta, muestra a mujeres con vestidos del siglo XIX y en los escenarios añade algunos elementos actuales como una bicicleta de montaña, un periódico o una botella de Pepsi, para jugar con el concepto de cambio dentro de su sociedad.


Su trabajo muestra a la típica mujer iraní vestida con un chador, la fotógrafa no teme ser arrestada por su trabajo: siempre utiliza el pañuelo en sus modelos, pues es una parte de su realidad. Conoce los límites que la sociedad establece y no pretende buscar la provocación y la confrontación explícita. Busca mostrar la realidad de la sociedad iraní y el velo y el chador son parte de ella.

La planchas, cacerolas, cucharas….. no representan a la mujer iraní sólo como un objeto, pues como el nombre de la serie lo dice: Like every day muestra las “extensiones” que las mujeres de esa cultura utilizan para realizar las actividades de su día a día.

Shadi Ghadirian busca mostrar, con respeto y admiración, la vida de las mujeres del país en el que le tocó vivir. “Es muy lindo cómo las mujeres usan el vestido en Irán. Creo que es bastante diferente a otros países. Hay variedad también dependiendo de cómo interpreten su cuerpo en relación a la comunidad. No hay muchas, pero las que son religiosas van todas de negro. En mi caso voy vestida con pantalones y trajes-chaqueta. Llevo un pañuelo en la cabeza, pero es muy pequeño. En el interior de las casas todo cambia, ahí puedes vestir como quieras”.

La fotógrafa reconoce que, a pesar de la visión que se tiene sobre su cultura, no dejaría su país y que lejos de la visión que se tiene sobre las mujeres musulmanas, siente respeto y admiración por su cultura, pues el Corán ve como iguales a hombres y mujeres.

En algún tiempo, los “sabios” y filósofos de la religión cristiana discutieron sobre la existencia del alma en la mujer y, después de un debate, ellas ganaron, por un voto, el alma, la que al final obtuvieron sólo como “remedio de la concupiscencia”. El Corán siempre las ha visto como iguales y no se puede criticar lo que no se vive en carne propia.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.


Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.