Mil Formas de amar

parejas_enamoradas_3Ya que llega pronto el día a que muchos le gusta regalar corazones y acordarse del romanticismo, va la versión ImaFEMario del amor. Quizás porque lo que más humanos nos hace es a cuántas emociones diferentes llamamos amor.

DULCE MARÍA LOYNAZ

Si me quieres, quiéreme entera

(De Versos, 1920-1938)
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras!

GABRIELA MISTRAL

Vergüenza
(De Desolación, 1922)
Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa
como la hierba a que bajó el rocío,
y desconocerán mi faz gloriosa
las altas cañas cuando baje el río.

Tengo vergüenza de mi boca triste,
de mi voz rota y mis rodillas rudas.
Ahora que me miraste y que viniste,
me encontré pobre y me palpé desnuda.

Ninguna piedra en el camino hallaste
más desnuda de luz en la alborada
que esta mujer a la que levantaste,
porque oíste su canto, la mirada.

Yo callaré para que no conozcan,
mi dicha los que pasan por el llano,
en el fulgor que da a mí frente tosca
y en la tremolación que hay en mi mano…

Es noche y baja a la hierba el rocío;
mírame largo y habla con ternura,
¡que mañana al descender al río
la que besaste llevará hermosura!
GIOCONDA BELLI (de Sobre la Grama, 1972)

Manuscrito

Voy a escribir la historia de mi cuerpo entre tus manos. Me fue naciendo como una nueva muda de culebra. Floreció bajo el sol y se llenó de begonias, bromelias y cometas ante tus ojos y mis ojosaso mbrados. Mi cuerpo, cuando lo cercan tus brazos, se convierte en caballo, en yegua y sale a galopar por el placer de un beso. Se llena de hiedra para escalar las paredes de tu corazón y cubrirlo de susurros nacidos desde la misma entraña de la tierra. Mi cuerpo con
todos sus resquicios impredecibles, rasga la noche con su cantar de guitarra del monte y enciende la oscuridad con su brillo de luciérnaga. Se pierde en vos con el abandono de un niño y abre sus ventanas de par en par para recibir la honda caricia, el pensamiento convertido en libélula alada, incitando a la selva a despertarse con su crujido de amas. Mi cuerpo se vuelve planeta inexplorado donde posa el tuyo su navío del espacio; tiembla con la energía de un nuevo
continente que se formó después de cataclismos sin nombre y sin historia.

Mi cuerpo desde siempre parece haberte querido, haberte estado esperando.

Se ha revelado desnudándose como una cueva que necesitara de tu palabra para abrir su secreto ante la magia de tu sonrisa, de tu cercanía, ante vos que te sabías la combinación oculta desde antes de tener memoria.

ALFONSINA STORNI

Si la muerte quisiera
(De El dulce daño, 1918)

I

Tú como yo, viajero, en un día cualquiera
Llegamos al camino sin elegir la acera.
Nos pusimos un traje como el que llevan todos
Y adquirimos su aspecto, sus costumbres, sus modos.

Hemos andado mucho, sujetados por riendas
Invisibles, los ojos fatigados de vendas
Tenemos en las manos un poco de cicuta ,
Perdimos de la lengua el sabor de la fruta
Y sabemos que un día seremos olvidados
Por la vida, viajero, totalmente borrados.

Y tú y yo conocimos las selvas olorosas…
Y tú y yo no atinamos jamás a cortar rosas .


BIEN PUDIERA SER…
(De Irremediablemente, 1919)

Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
No fuera más que aquello que nunca pudo ser,
No fuera más que algo vedado y reprimido
De familia en familia, de mujer en mujer.

Dicen que en los solares de mi gente, medido
Estaba todo aquello que se debía hacer…
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
De mi casa materna… Ah, bien pudiera ser…

A veces en mi madre apuntaron antojos
De liberarse , pero se le subió a los ojos
Una honda amargura, y en la sombra lloró.

Y todo eso mordiente, vencido, mutilado
Todo eso que se hallaba en su alma encerrado,
Pienso que sin quererlo lo he libertado yo.

ELOÍSA SÁNCHEZ BARROSO

Léxico Amoroso

Todo en ti es palabra.
Y tu palabra
tiene la forma del deseo.
A veces, es rima que me derramas
con infinita destreza,
promesa, a veces, que me ahondas
con la suave magia de tu verbo.
Urgencia siempre en ti
por las húmedas cavidades de mi morada,
léxico amoroso
que halaga mi desnudez entera,
recital profundo que me mueve,
me conturba y me desarma.

QUETZAL NOAH
Y como estamos celebrando el amor y es más difícil  hacerlo sin ellos, terminaré con una poesía escrita por un hombre, por si algún confundido no sabe qué hacer para celebrar al objeto de su pasión. Le recomiendo partir por estas palabras prestadas de Quetzal Noah, escritor mexicano. Es un buen comienzo.

Un ratito me basta (Quetzal Noah)

Estoy muy contento

por ti

porque a mi mundo

a veces le hace falta

alguien como tú

luchadora insaciable

soñadora constante

que no te rindes en la angustia

ni te alteras en la adversidad

mujer diamante

brillas por fuera

y por dentro eres fuerte

tantas personas aquí y allá

tenerte de frente es una suerte

resbalan ópalos por tus cabellos

brincan las nubes en tus labios

¿Cómo no quererte?

Si nada finjes y nunca hieres

maravillosa la mano creadora

haciéndonos coincidir

al menos un ratito

Un ratito me basta

para soñarte por siempre.


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